Mutatis Mutandis

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06 noviembre, 2005

Del debate a la tonterita


Por: Rabanito

Durante mi niñez estuve acostumbrado a mirar las cadenas televisivas que ensalzaban la figura de Augusto Pinochet. Su tono drástico, seguro y pavoroso me daban la sensación de que sus palabras entonaban el himno de la verdad y que los medios de comunicación lo respaldaban porque su obra política era por el bien común de la patria.

Cada mañana, sin embargo, y camino al colegio, mis padres escuchaban radio cooperativa que contradecía, medianamente y al igual que decenas de medios clandestinos, las arengas del día anterior dando cuenta de otro Chile; con perseguidos y absolutamente censurado. Dichos medios, agrupaban a aquellos que, desde la tribuna del Periodismo, se jugaron la vida dando a conocer la otra cara de la moneda. En definitiva, dos criterios de enfocar las noticias… dos bandos de las comunicaciones…

Antes de 1973, al parecer, los chilenos eran más libres, podían decir lo que quisieran y tenían la seguridad de no ser censurados. Así, lo demostró la prensa de la época que, si bien era un Periodismo atrincherado, daba gusto, según mis abuelos, leer diarios y escuchar programas radiales de corte político, ya que eran apasionantes, más carnales, románticos y muy fraternos.

Sin embargo, luego de aquel oscuro día, parte del Periodismo pasó a ser un enemigo del oficialismo, en tanto se trataba de una profesión que generaba debate y hacía cuestionar el orden dado. Por lo tanto, la necesidad de neutralizar y acallar al Periodismo crítico y de denuncia se hacía imperiosa.

A punta de balazos, los militares acallaron, y en muchas oportunidades convencieron, de que había que hacer otro tipo de Periodismo. Así, y con la llegada de la “democracia” se fue tergiversando la esencia de la profesión de las comunicaciones. Hoy en día, nadie puede afirmar que en nuestro país se hace un verdadero Periodismo. Las líneas editoriales, son las que definen lo que se debe o no informar y a quienes se les debe o no dar tribuna.

La prensa chilena del año 2005, se condice con los intereses de un modelo político y económico Neoliberal que no da cabida a las grandes mayorías y determina realidades que no tienen relación con las necesidades de la sociedad. Los medios de comunicación que fijan el Periodismo, generan informaciones sin ser investigadas, con fuentes muchas veces inventadas y obedeciendo a sendos conglomerados políticos, en función de aplastarse los unos con los otros.

Así, y mientras el Periodismo “serio” se revuelca con el cueteo político, otro tipo de Periodismo prefiere marchar al ritmo de los casamientos, enojos, orgías y embarazos de famosos que se apoderan de los medios. El Periodismo de farándula es una forma más de ejemplificar lo alicaído que está la profesión y como sus contenidos se van, cada vez, pauperizando y dejando a merced de los poderosos que ven, con astucia, al Periodismo como una herramienta de dominación y adormecimiento hacia la población.

Ciertamente, el ejercicio del Periodismo de nuestros días está lejos de ser como antes del 73’. Sin embargo, tampoco hay que mirar con nostalgia la otrora forma de ejercer la profesión. En estos tiempos hay que buscar nuevas fórmulas de hacer Periodismo que terminen, por cierto, con la actual dinámica y abran paso hacia la creación, quizás, de un nuevo espacio Periodístico…lejos de las imposiciones mediáticas y muy cerca de la realidad de la sociedad. Hoy es importante que se retome el rol social que debe tener el Periodismo, en virtud de posicionarse, justamente, como un aporte para la sociedad.

Terminar con el actual Periodismo, sin duda es urgente, y hay que dar el primer paso. Pensar en uno nuevo, que esté al servicio de los pueblos, es posible y se logrará en la medida que los propios profesionales se asuman desde una actitud crítica y tomen distancia de los estereotipos. Quizás así no ilusionemos a nuestros hijos que, al igual como yo, creímos en la figura mediática de un Dictador macabro y, hoy día, en la tonterita de los famosos que bien poco aportan.

1 Comments:

  • At 4:14 p. m., Blogger Aleplacencia said…

    Muy cierto!!!... fíjate que a pesar de todo, antes existía una necesidad de los periodistas por hacer de su profesión una actividad seria, responsable, con opinión crítica y bien fundamentada... los periodistas nunca ejercieron su actividad a costa de chismes, y quienes lo hicieran de ese modo no eran bien vistos... hoy día eso es lo de menos, es natural y a nadie parece importarle mucho si es correcto o no.

    Creo que los periodistas deben ser los primeros en llamar la atención de sus pares y a realizar esfuerzos coordinados para dignificar la profesión... hacerles ver que no hace falta ser periodista para hablar de las copuchas faranduleras, pero sí hace la diferencia estar al tanto de la realidad social y política, haciendo análisis y aportando con información verídica y completa...

    Creo que es muy importante hacer el llamado de atención, porque la manipulación que realizan los medios de comunicación es algo que a veces se pasa de los límites...

    un abrazo y saludos...
    (qué bueno que escribiste... ya hacía falta!)

     

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