La Falta de una Evaluación Completa...

Hace mucho tiempo que la llamada “Evaluación Docente” es parte de una polémica que tiene muchas aristas… lo primero, es que frente a la pregunta de ser o no evaluados, la respuesta no es única. De acuerdo a lo que a nos enseñaron en la Universidad, la evaluación es parte fundamental de cualquier proceso de enseñanza-aprendizaje, y las variables que se contemplan en ella tienen mucho que ver con el contexto educativo en que esta se desarrolla… por esta razón, la evaluación a los docentes debiera considerarse como parte natural dentro del proceso educativo y no debiera significar un trauma para nadie. El problema entonces, no es “evaluarse”, sino que en nuestro país las cosas no se han hecho bien… la evaluación docente, que ya está en curso, tiene muchísimos problemas en su enfoque, pues ella debiera ir acompañada de una evaluación al propio Sistema Educativo: ¿Es adecuado que los colegios municipalizados tengan una matrícula de 45 estudiantes por curso?, ¿Existe, como política permanente del MINEDUC, asegurar el equipamiento necesario en los establecimientos (bibliotecas, medios audiovisuales, multimedia, etc.?, ¿Existe por parte del MINEDUC, el control hacia las Corporaciones Municipales en cuanto a la distribución de los recursos y en cómo están colaborando para mejorar los niveles de enseñanza?... la educación debe ser vista como una unidad y, en este sentido, no queda claro cómo se llevará a cabo la concordancia y coherencia entre la evaluación individual a los docentes y la mejora que se pretende lograr al sistema. La evaluación individual debe estar inserta en la evaluación del conjunto.
Al Ministerio de Educación se le olvida que los docentes no son los únicos responsables de la calidad de la educación que se imparte, y sobre todo, quienes tienen la administración directa de los establecimientos, deberían ser sometidos también a un proceso de evaluación, pues las escuelas y Liceos tendrían que estar insertos en plantes estratégicos comunales que ayuden al desarrollo íntegro de quienes son las familias con menos recursos… aquí hay un problema que pasa por un aspecto económico y sociocultural que definitivamente está quedando fuera. Creo no estar equivocada en este aspecto y puedo afirmar con convicción que los municipios no rinden cuenta de su gestión en términos educativos al MINEDUC, y en la práctica, las Corporaciones Municipales actúan como sostenedores privados.
Lo concreto, es que el nivel de despliegue técnico que se está llevando a cabo servirá de muy poco si lo que se quiere es identificar las falencias reales en la educación chilena, mientras tanto, la discusión no pasa más allá de los problemas de indemnización a los profesores que serán despedidos y ninguno de los organismos involucrados está dispuesto a discutir realmente el problema de fondo.
Las últimas manifestaciones realizadas muestra que los profesores son una fuerza que puede exigir algo mucho mejor de lo que existe, pero para eso necesitamos sentarnos a “planificar” en serio…